martes, 17 de diciembre de 2019
lunes, 9 de diciembre de 2019
viernes, 29 de noviembre de 2019
Rafael Lasso, explica su relación con el océano
Marina Rubicón (isla de lanzarote -Canarias), 29 de noviembre, 2019.- Marina Rubicón es una referencia para los navegantes oceánicos.
Es el enclave ideal de salida para saltar al Atlántico. Cerca de aquí nace el viento Alisio. A pocas millas a su Norte.
Y las excelentes instalaciones de este puerto,
lo han convertido en el lugar de encuentro de muchos navegantes que procedentes
de Europa amarran en este unto atlántico, único, acogedor y bien protegido.
Los Amigos del Atlántico, que van a emprender la ruta del Gran Prix como Ocean Raid están preparados para la travesia. Rafael Lasso, director de Marina Rubicon y amigo atlántico, explica su relación con el oceano y la navegación en la revista Skipper.
lunes, 21 de octubre de 2019
Los Amigos en la presentación del Ocean Raid by Gran Prix del Atlántico
Barcelona, 21 de octubre, 2019.- La revista REGATA ha publicado un reportaje del encuentro que tuvieron los participantes de la próxima travesía atlántica entre Marina Rubicón (Lanzarote) - Mindelo (Islas Cabo Verde) - Marine du Marin (Martinica) organizado por Ocean Raid by Gran Prix del Atlántico. En la reunión estuvieron muchos seguidores y amigos de los navegantes que realizarán la travesía, quienes preguntaron sobre aspectos de esta aventura oceánica, de las anécdotas y vivencias vividas con ella, así como de las motivaciones personales en cubrir esta ruta.
Ponemos las páginas del reportaje:
miércoles, 16 de octubre de 2019
Encuentro Atlántico 2019 de los Amigos en Barcelona
Barcelona, 15 de octubre, 2019.- Los Amigos del Atlántico se reencontraron de nuevo en su Cena Anual, celebrada en los salones del Real Club Náutico de Barcelona, el pasado 12 de octube con motivo del desarrollo del Salón Náutico barcelonés.
En el encuentro, a parte de la tradicional cena, también se otorgaron las banderas de la Asociación a los nuevos amigos que se han sumado al grupo y que se sienten vinculados con la filosofía de la asociación, que no es otra que la de fomentar la fraternal amistad entre navegantes oceánicos.
Juan Antonio Martín, patrón del velero Vagabundo, aficionado al mar y a la fotografía, reflejó en este reportaje gráfico la esencia de este emotivo encuentro.
También se entregaron las nuevas banderas de la asociación. Entre quienes recibieron los torrotipos estuvieron los navegantes Josep Navarro y Enric Botet, con varias travesias atlánticas, la periodista Yolanda Llinás, a la blogera Paula Gonzalvo de Allende los Mares y al navegante Marc Abad.
sábado, 25 de mayo de 2019
En medio del Atlántico
Muchos Amigos del Atlántico estan retornando hacia Europa, tras la estancia en aguas caribeñas. La apertura de la temporada de huracanes lo fomenta... En este viaje de vuelta, se continúa disfrutando del Atlántico. Como lo vemos - a vista de dron- en este video remitido por el amigo Pep Navarro a bordo del Helisara que muestra una izada de gennaker en plena travesia hacia las Azores.
El torno viaje hacia el Este nomalmente se hace parada en estas islas. La escala en Horta es obligada. Este puerto es punto de encuento habitual de muchos de atlantistas. Como es el caso de nuestros atlántistas.
viernes, 17 de mayo de 2019
La delgadez de los navegantes solitarios
Como siempre magistral el blog de David Ruiz y sus periódicos relatos
de su vuelta al mundo con el Thor Cinco.
Su último post, escrito en el
extremo occidental del Pacífico, antes de iniciar su aventura por el Indico, nos
describe como se ve así mismo, mirándose en un espejo. Y ve el retrato de un navegante
solitario. Con humor y una alta carga de ironía, se hace un autorretrato y una
reflexión sobre eso de navegar solo, digno de figurar en las antologías de la narrativa
náutica, por su agudeza y acierto.
Va de flacos, en eso de tener el
vicio de navegar en solitario. Transcribo su autorretrato:
“Mi delgadez”
“Me miro al espejo y me llama la atención el tamaño de mis gafas. En un primer momento no entiendo como pude comprarme unas gafas tan grandes y como es que nadie me dijo nada al respecto. La familia, los amigos… Cómo es posible que nadie lo comentara. Me los imagino a todos dándose codazos descojonándose de risa a mis espaldas. Me siento ridículo y altamente traicionado.
Entonces me doy cuenta que en
realidad es mi cara que ha menguado considerablemente.
Es decir, a mi desaliñado
aspecto, comentado varias veces en este blog, hay que añadirle ahora una
delgadez que empieza a ser preocupante. Hasta ahora venía afectándome desde el
cuello hacia abajo, y más o menos lo podía ir disimulando. Camisetas grandes,
pareos al viento, ocultarme tras un seto, etc. Pero ahora, la delgadez también
se ha apoderado de mi careto y esto no hay quien lo disimule. Para colmo soy
miope y necesito las gafas por mucho que se estén apoderando de mi chupado
rostro.
La verdad es que no sé muy bien
cómo solucionarlo. El problema de la delgadez es una especie de epidemia que
ataca a todos los navegantes solitarios. Lo he comprobado. En aquellos veleros
que viajan dos o más personas, es fácil ver barrigas generosas y caras de
salud. Incluso se ven algunos seres que rozan la obesidad y lucen una expresión
de felicidad crónica en el rostro, francamente envidiable. Además tienen la
piel tersa. Sin embargo, cuando ves a un tipo hecho un pingo, con cara de
náufrago, aspecto famélico, los músculos fibrados pero extremadamente delgados,
marcándosele todos los huesos, el pelo (si aún lo conserva) hecho un estropajo
y con los ojos inyectados en sangre, se trata, con toda seguridad, de un
navegante solitario.
Y no es que no comamos. Al
contrario, por lo que he contrastado con otros colegas de mi misma condición,
comemos todos como posesos. El problema es esta vida que llevamos. Y no es que
me queje ahora de la vida que llevamos, en este sentido estoy muy satisfecho.
Pero hay que reconocer que tanta actividad frenética y constante, lógicamente,
acaba pasando factura.
Tantos sobresaltos, tantas
emociones sin compartir con nadie, tantas euforias y decepciones mezcladas. Por
no hablar de las innumerables noches sin pegar ojo contemplando hipnotizados,
cielos estrellados jamás imaginados o bien, pendientes de una maldita ancla que
se ha puesto a garrear a las tres de la madrugada con arrecifes a sotavento.
Todo esto acaba chupándote hasta
la última gota de sangre. Y por mucho que te hinches a espaguetis a la
carbonara, por mucho que te pongas morado de frutos secos, patatas fritas de
bolsa, huevos con bacon, o tazones de chocolate desecho con churros, es inútil,
sigues perdiendo peso de manera alarmante. Tu organismo se ha convertido en una
maquina infernal de quemar calorías.
Esto me lleva a pensar que si
antaño fue el escorbuto la gran pesadilla de los marinos, ahora nuestra lacra,
la del navegante solitario, es esta implacable delgadez que lentamente se va
apoderando de nuestra frágil existencia. Por mi parte tengo claro que no voy a
regalar nada; voy a vender cara la piel. Por mucho sacrificio que esto suponga,
pienso seguir poniéndome las botas”.
Thor cinco. Publicado en Auckland
el 20 de abril de 2019.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)