Barcelona, 14 de
octubre, 2018.-El Encuentro 2018 de Amigos del Atlántico
ha tenido un aire muy especial. Aparte de reunirse cuarenta navegantes
Atlánticos, en su cena de confraternización anual, unidos todos por la amistad y la
afición en común de la navegación ‘a mar abierto’, en esta ocasión se ha contado
con la asistencia de un mito de la nautica universal, el célebre Jimmy Cornell, conocido por todos los
amantes del crucerismo y las travesías oceánicas.
En este encuentro de amigos navegantes Jimmy Cornell departió amablemente con todos. A muchos de los
reunidos ya los conocía. Recientemente se saludaron en las
islas de Cabo Verde, el pasado mes de enero, donde algunos participantes en el Gran Prix del Atlántico, en la escala en este archipiélago, coincidieron
con él. Incluso dos amigos del
Atlántico, Agustín Gutiérrez y Juan Antonio Martín ya habían coincidido
con Cornell en la travesía atlántica
que se organizó en 1992 con motivo del 500 aniversario del viaje de Colón.
En la velada, informal y sincera de aficionados a la vela, Jimmy compartió con todos, se hizo
querer y explicó sus aventuras, los inicios de sus viajes, su atracción por el
mar, el valor de la amistad que fomenta el océano. Cornell, navegante habitualmente de mares cálidos, -el Caribe es
uno de sus preferidos-, narró a los Amigos del Atlántico, su última gran
aventura.
Esta vez el reto fue muy especial. No era surcar mares de aguas cálidas, sino navegar por las frías aguas de la zona Artica. Vivir una aventura con agua a 0º, con banquista polar, bloques de hielo, morsas, para disfrutar de una aventura por el interior del Círculo Polar e intentar cubrir la mítica la ruta del Noroeste, por los mares del norte del continente americano. Un paso marítimo normalmente cerrado por los hielos árticos, pero que últimamente, en ciertos veranos boreales, queda abierto para la navegación.
Esta vez el reto fue muy especial. No era surcar mares de aguas cálidas, sino navegar por las frías aguas de la zona Artica. Vivir una aventura con agua a 0º, con banquista polar, bloques de hielo, morsas, para disfrutar de una aventura por el interior del Círculo Polar e intentar cubrir la mítica la ruta del Noroeste, por los mares del norte del continente americano. Un paso marítimo normalmente cerrado por los hielos árticos, pero que últimamente, en ciertos veranos boreales, queda abierto para la navegación.
Explicó su larga aventura. Sus dos intentos en querer penetrar por los estrechos septentrionales.
El primero fue fallido. No pudo abrirse
paso de Este a Oeste (Atlántico-Pacifico), pero el segundo sí resultó exitoso,
entrando por el estrecho de Bering (Pacífico) y superar el paso hasta
alcanzar el Atlántico entrando por la bahía de Baffin, logrando con esta
navegación el paso de Oeste a Este.
Un emocionante relato, que hizo a bordo de su última
adquisición,un Garcia 45 de aluminio,
que, tal como explicó, demostró ser una embarcación capacitada para superar los
rigores árticos. Decir que en la
concepción de esta nave Jimmy
participó de forma muy activa en su diseño, aportando opiniones, experiencias y
detalles de cómo podía concebirse una embarcación apta para todo tipo de mares.
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